El City visitaba Zagreb para medirse a un Dinamo que se había ganado durante cinco jornadas su derecho a soñar con el pase a la siguiente ronda.
Consciente de que necesitaba ganar sí o sí para pasar, el conjunto local salió a por todas y pronto encontró su recompensa.
Dani Olmo, el mejor jugador del equipo, adelantaría al conjunto balcánico en el 10' con una gran volea y ponía momentáneamente a su club en los octavos de final.
El gol cambió casi de inmediato el guion del encuentro, con el Dinamo dando un paso atrás y cediendo la iniciativa a un City que no asustaba.
El actual campeón de la Premier League no generaba peligro y solamente un disparo lejano de Gündogan inquietó a la hinchada local. Al menos, hasta que llegó la jugada que marcó el choque.
En el 34', con un jugador del cuadro local en el suelo, Gabriel Jesus, con la cabeza, ponía el empate a uno que volvía a dejar fuera a los croatas.
Los jugadores del Dinamo se quejaron mucho de la acción y los siguientes minutos estuvieron plagados de tensión, pero el 1-1 resultó inamovible cuando ambos equipos enfilaron el camino a los vestuarios.
Tras el descanso, el City salió con otra actitud muy distinta a la del inicio del choque y desde un primer momento se adueñó del esférico.
Fruto de su control llegaría casi de inmediato el 1-2 después de una jugada de combinación exquisita que acabaría definiendo de forma exquisita Gabriel Jesus (50').
El 1-2 fue un auténtico jarro de agua fría para un Dinamo de Zagreb que, unos minutos después, vería esfumarse sus opciones de clasificación.
Y es que Gabriel Jesus culminó su noche fantástica en Croacia anotando el 1-3 en el 54' y sellando así su 'hat trick'.
Ese tercer gol del cuadro mancuniano fue el último clavo del ataúd de un conjunto balcánico que, desde ese momento, dejó de soñar.
La última media hora de encuentro fue un quiero y no puedo del cuadro local y todo lo contrario por parte de unos pupilos de Guardiola que levantaron el pie del acelarador, aunque ni eso evitó que llegase el 1-4 de Foden (84').
Así, con el pitido final, el City dinamitó las esperanzas de un Dinamo de Zagreb que, tras la victoria de la Atalanta, no tendrá ni siquiera el premio de consolación de la Europa League.