River sigue de capa caída. Después de perder el primer envite de octavos de final de la Copa Libertadores ante Vélez, el 'Millonario' volvió a perecer este domingo en un campo de fútbol. Lo hizo en el Tomás Adolfo Ducó ante Huracán (3-2).
El 'Globo' fue capaz de amargarle la existencia a Gallardo y los suyos, que llegarán a la segunda cita contra el 'Fortín' muy tocados. La esperanza es lo último que se pierde, pero las sensaciones no son nada buenas y más a nivel defensivo.
Gallardo lo sabe y frente a Huracán se le vio demasiado inquieto. El 'Muñeco', muy preocupado por su equipo, optó por no hablar una vez concluyó el partido. El técnico decidió suspender la rueda de prensa ante los medios de comunicación.
De esta forma, el de Merlo, que llegó a los 400 partidos en el banquillo riverplatense, se marchó del estadio sin decir ni una palabra, algo que sorprendió a propios y extraños. En su cabeza no pasa otra cosa que no sea ganar a Vélez y seguir con vida en la Libertadores.