Nuevo lío en el Leganés. Después de una primeras jornadas en Segunda División en las que no consigue retomar el vuelo y marcha en puestos de descenso con apenas diez puntos, un acto de indiscidiplina sacudió al club. Asier Garitano le echó la cruz a uno de sus futbolistas y aseguró no volver a utilizarlo.
Este no es otro que Borja Garcés, atacante cedido por el Atlético de Madrid, quien decidió acudir a una boda en Melilla el mismo día del encuentro sin el permiso del club ni de su técnico. "Mientras yo sea entrenador del Leganés, este chico no va a volver a jugar con la camiseta de este club", aseveró.
El preparador explicó la situación: "Hace dos días me pide permiso para asistir a una boda y no se lo doy. Sé que se lo pide al club y también le dice que no. Sin permiso del club y del entrenador, no viene al entrenamiento y se va a una boda a Melilla. A mí eso me parece una aberración".
Finalmente, destacó que no permitirá ese tipo de actitudes dentro del vestuario. "La situación de Borja es una falta de respeto a todo el mundo. A mí, a la ciudad, al club y a todos", concluyó.