Qué bien le sentó al Castellón la llegada de Juan Carlos Garrido. Más allá del triunfo, cosechado ante uno de los gallitos de la competición, los 'orelluts' se mostraron este domingo como un equipo valiente, que supo perfectamente lo que debía hacer para ganar y, lo más importante, lo hizo.
Los albinegros apretaron el acelerador cuando debían hacerlo y durmieron el ritmo del choque cuando el Real Sporting más apretaba. Los de David Gallego, no obstante, disfrutaron de innumerables oportunidades mara marcar, pero a ver qué equipo es capaz de no conceder ni una sola ocasión de gol ante el cuadro rojiblanco.
El Castellón volvió a basar la mayoría de sus acciones ofensivas en un Marc Mateu que sí, es de otra categoría. Es indudable su rendimiento. El experimentado futbolista valenciano se encargó de bombardear el área rival con unos caramelos que David Cubillas no tardó en disfrutar.
Después de una doble ocasión para los de Garrido, Marc Mateu la puso desde la derecha, a pierna cambiada, y Cubillas saltó más que nadie para cabecear al palo largo e inaugurar el electrónico. Lo estaban mereciendo los 'orelluts', que salieron a quitarle el balón al Sporting, con lo que ello conlleva, y les salió el plan a la perfección.
Llegó entonces el mejor momento del cuadro de David Gallego. El Castellón también tuvo la pizca de suerte necesaria y contó con un seguro como Álvaro Campos bajo los palos. El guardameta evitó los goles de Djuka y Cristian Salvador, que también se topó con la madera a la media hora de juego.
Y tras el paso por los vestuarios, los albinegros volvieron a lanzarse al ataque y lograron aumentar distancias con un golazo de Gus Ledes a la salida de un saque de banda. Cubillas y Rubén Díez prolongaron el envío desde el lateral y el centrocampista portugués cazó el cuero para mandarlo a la red de volea. Un golazo.
Y a la hora de partido, la acción que marcó el devenir del encuentro: Gálvez cometió un evitable penalti, pero Álvaro Campos le adivinó la intención a Carmona y detuvo su lanzamiento desde los once metros. No hubo manera de derribar el muro del guardameta valenciano.
El Castellón comenzó entonces a dormir el ritmo del partido. El Sporting apretó y terminó el choque con un 74% de posesión y aunque se instaló en el balcón del área rival, no logró concretar. Solo una oportunidad tuvo en la última media hora de juego. Una ocasión que Álvaro Campos, cómo no, se encargó de desbaratar con seguridad para rubricar el importante triunfo de su equipo, que abandona la zona de descenso.