Para parar un penalti, cualquier técnica es buena si funciona. Y eso es lo que debieron pensar en el Juvenil de División de Honor del Racing de Santander, que salvó un punto gracias a los curiosos modos de su portero.
Jugaba frente al Atlético Perines, con el que empataba 1-1 en el campo Vicente Miera. A los 83 minutos de juego, un delantero cayó en el área tras una dura entrada del defensa del Racing y su equipo tenía la oportunidad de ganar el partido.
Entonces empezó el 'show' de Álvaro Jiménez, portero racinguista. Para despistar al delantero, se la jugó poniéndose de rodillas sobre la línea y abrió los brazos en forma de cruz.
Debió desconcertar a su rival, porque le salió. El disparo con la zurda fue blandito, raso y centrado, y Jiménez apenas tuvo que agarrar el balón tras salvar ese punto para su equipo.