Simplemente, toca disfrutarlo. Es un genio. En el campo y fuera de él. Se toma la vida con una filosofía muy particular en la que todo es posible, pero, sobre todo, es divertido. Hay que exportar la mente al puerto de Nápoles, donde anda de vacaciones, para disponerse a pasar un buen rato.
Este es el escenario: Mario Balotelli, camuflado entre la multitud, retó a un camarero a tirarse al mar de una manera doblemente particular: en calzoncillos y subido en una Vespa. El sujeto no vaciló un instante, puesto que el botín bien merecía la pena.
Se hizo un corrillo, se subió a su moto y, ni corto ni perezoso, la arrancó hasta caer de boca en el agua, para regocijo de los presentes. No sabremos si el internacional italiano llegó a dudar de la valentía del hombre, pero no dudó en rascarse el bolsillo para dar, billetes en mano, los dos mil euros a los presentes.
En sí, toda una pequeña locura que definen bien al personaje en cuestión. Por si fuera poco, Balotelli celebró el buen rato pasado sacándose un cigarrillo y fumándoselo delante de todos. Incluso él mismo compartió el vídeo en su cuenta de Instagram, nada de ocultarlo.
Otra genialidad más de un tipo capaz de ser protagonista de feas noticias o incluso de hacer celebraciones tan suigéneris que queden inmortalizadas en un videojuego.
6 de julio de 2019