Suecia y Corea del Sur serán los países encargados de abrir la jornada de lunes en Rusia. Estas dos selecciones saben que cuentan con opciones tras conocerse la victoria de México sobre Alemania.
Eso sí, el encuentro estará marcado por el espionaje, que ha terminado de entrar de lleno en el mundo del fútbol. Todo comenzó con la presencia de un miembro del cuerpo técnico del combinado nórdico en el entrenamiento de los asiáticos. ¡Se subió a una montaña!
Un hecho que conoció Corea del Sur y que no dudó en usar a su favor. Y es que, en la sesión, los jugadores se pusieron hasta cuatro dorsales diferentes para tratar de desorientar a su rival.
En la rueda de prensa previa al partido, Shin Tae-Yong habló de esta táctica: "Lo hacemos porque los europeos nos miran. Es una de las razones. Queremos confundir a los suecos".
"He cambiado los dorsales de mis jugadores en los entrenos y los amistosos porque sé que para los europeos es difícil distinguir las caras de los asiáticos", concretó. Genio.
Después de conocer esta estrategia, las dos selecciones deberán resolver sus diferencias sobre el terreno de juego. En juego, tres puntos vitales para sobrevivir en el grupo.
17 de junio de 2018