En un día atípico para la Conference League, Gent y Maccabi Haifa resuelven su eliminatoria para intentar colarse en octavos de final. Un partido especial, con muchos condicionantes y que poco se parece a lo que esperaba el aficionado local cuando se ilusionaba con estos dieciseisavos de final de la competición UEFA. Pero las medidas de seguridad así lo imponen. La ciudad se blindará para el partido.
El conflicto en Israel ha provocado que tanto la UEFA como las autoridades belgas vean conveniente realizar una serie de medidas para intentar evitar cualquier peligro antes, durante y después del encuentro. Desde este martes, el KAA Gent Arena se llenó de vallas negras ante el temor de la Policía de que activistas quieran perturbar la cita. También por una posible amenaza de bomba.
Desde hace semanas, las autoridades han trazado un plan para intentar evitar cualquier problema. Pero conlleva sacrificios. No habrá público, ni siquiera local, en un duelo de vuelta que se blindará en los alrededores del estadio. Controles en un perímetro ampliado para acordonar la zona desde días antes para evitar, también, que esos activistas pudiesen esconderse horas antes del inicio del choque.
Como no se descartan otras medidas de los activistas para exhibir mensajes, la Policía también ha prohibido la utilización de drones. De hecho, hay un grupo policial que se encargará únicamente de esto durante el partido.
Este blindaje del KAA Gent Arena continuará a lo largo de la semana, ya que viernes y sábado se utilizará para una cumbre informal europea. De ahí que el miedo a los activistas se haya acentuado de cara a este encuentro.
"Aquí, aparentemente, hay mucho miedo. Esos grupos, en realidad individuos, creen que pueden paralizar todo en la sociedad. Y aparentemente lo consiguen. Lamento que tengamos que acceder en esto", comentó sobre el tema Hein Vanhaezebrouck, entrenador local.