El regalo soñado por sus 200 partidos

Germán Cano redondeó al Inter en su calendario. No solo por la magnitud que supone disputar los octavos de final del Mundial de Clubes. También por celebrar a lo grande su partido número 200 con Fluminense. El delantero argentino recibió el regalo soñado y nunca mejor dicho.
Un centro de Jhon Arias sin trascendencia tocó en Alessandro Bastoni. Esa trayectoria confusa despistó a Matteo Darmian, sonrojó a Stefan de Vrij e iluminó al ariete que celebra sus goles con una 'L' en homenaje a su hija Leonella, nombrada así por Leo Messi y Antonella Roccuzzo.
Germán Cano solo tuvo que poner la cabeza para colar el esférico entre las piernas de Yann Sommer. El 0-1 tan madrugador acabó lapidando al subcampeón de la Champions League, que sufrió una tarde histórica de Fluminense con el 0-2 definitivo, tanto anotado por Hércules.
Ese momento de fortuna y don de la oportunidad a partes iguales elevó su contador en 106 goles con el 'Fluzao'. Sigue siendo el segundo máximo realizador histórico del club brasileño, según refleja BeSoccer Pro. Le queda mucho para evadir la sombra de un hito como Fred Chaves.
Germán Cano se ha ganado un hueco en la eternidad de Fluminense, que se planta en los cuartos de final del Mundial de Clubes contra todo pronóstico. El '14' recibió un regalo que nunca podrá olvidar y quién sabe si lo mejor todavía está por llegar en Estados Unidos para su club.