El cuadro inglés, dirigido por todo un ilustres ex jugador como es Steven Gerrard, mostró una gran efectividad ante la meta de un Sevilla que tuvo buenos momentos de juego, ocasiones, pero que se mostró blando en defensa.
El 1-0, en el minuto 23, además vino precedido de una cierta polémica: choque tras centro lateral de un delantero inglés con el meta sevillista Alfonso Pastor, que queda tendido sobre el terreno de juego, y el balón suelto lo empuja Curtis Jones hacía el fondo de la red.
Alfonso Pastor fue atendido por las asistencias de su equipo, el Sevilla pidió falta en el salto, pero el colegiado señaló el centro del campo.
Apenas cuatro minutos después, pudo llegar la igualada en excelente jugada de Javi Vázquez, concluida con un disparo raso que el meta local, el polaco Kamil Grabara, tocó lo justo para desviar a saque de esquina.
Y, cumpliéndose la ley de fútbol de "a gol fallado gol encajado", un minuto después llegó el 2-0, obra de Herbie Kane, que recogió un rechace tras un jugadón de su compañero Liam Millar, que arrancó desde propio campo.
El tercer mazazo le llegó al Sevilla al borde del descanso, justo en el minuto 48 (el último de los tres de compensación concedidos por el colegiado) y fue otra vez Jones el que estuvo oportunista para hacerse con un nuevo rechace.
Intentó rehacerse el equipo andaluz, gozó de ocasiones para rebajar su desventaja, pero no volvió a acompañarle el acierto en el remate. Lo contrario que el Liverpool, que anotó el 4-0 en el minuto 68, por medio de Conor Materson. De ahí al final, nuevos vanos intentos sevillistas para maquillar el resultado.
En el otro partido del grupo, triunfo local del esloveno Maribor sobre el Spartak de Moscú, por 1-0, con tanto en la segunda mitad de Tomi Horvat (m.50).