La 'doctrina Bordalás' tomó Pasarón: 16% de posesión y 79 pases

José Bordalás respeta al rival sea de la categoría que sea. En los octavos de final de la Copa del Rey, su Getafe visitó, en el Estadio Municipal de Pasarón, a un Pontevedra que había progresado en el torneo dejando fuera al Levante, al Villarreal y el Mallorca, todos integrantes del fútbol profesional. No pudo, eso sí, con los azulones, que arrojaron un porcentaje de posesión de tan solo el 16% e hilvanaron únicamente 79 pases para rendirles.
Los gallegos, en los peldaños anteriores del torneo del KO español, habían celebrado un total de 8 dianas en 3 compromisos. Frente a la expedición del Coliseum, fueron capaces de disparar en 14 ocasiones sin anotar, mientras que sus contrincantes lanzaron 12 balones. Uno de ellos, en el minuto 2, supuso el gol de la victoria, obra de Álvaro Rodríguez con un zurdazo cruzado y poderoso desde la frontal.
El autor vio una tarjeta roja directa justo antes del descanso por propinarle un codazo en el pecho a un futbolista local. El afectado rodó por el tapete entre protestas de la grada mientras el colegiado se acercaba para saldar lo sucedido con una expulsión que empujó a los de la capital a realizar una segunda mitad de aguante. Su propio técnico lo analizó en su comparecencia posterior en rueda de prensa.
"No he visto la repetición, pero ha sido una pena porque el guion del partido era claro: ponernos por delante y jugar en campo rival. Nos hemos adelantado muy pronto, teníamos el control del partido y esa expulsión nos obligó a un ejercicio de supervivencia que el equipo ha entendido muy bien", radiografió Bordalás, que perdería a otro efectivo en el tiempo de descuento, Diego Rico, porque vio su segunda cartulina amarilla.
La numerología de su victoria evidencia el paso atrás que ordenó. El Pontevedra amasó la pelota en el 84% del transcurso de la cita, contó con 8 saques de esquina y disparó en 14 ocasiones. Completó 675 -88%- pases de los 767 que lanzó. Entretanto, los representantes de Primera División intentaron asociarse entre ellos 148 veces y conectaron 79 -53%-. Al centrarse en la contención, hicieron 28 entradas y cometieron 16 faltas. Fueron amonestados en 5 episodios y mandados a las duchas en los 2 ya mencionados.
Habrá aficionados que entiendan este ejercicio del Getafe como uno de pocas prestaciones dadas las tres categorías de diferencia entre los dos equipos. Otros pensarán que es una demostración de resistencia encomiable. Lo que es cierto seguro es que José Bordalás está gestionando una temporada de contexto turbulento. Él mismo ha protestado, en varias ocasiones, por la falta de profundidad de su plantilla.
La ausencia de delanteros naturales le ha obligado a reconvertir a Christantus Uche, un desconocido para la élite hacía apenas unos meses, y a cruzar los dedos para que Borja Mayoral goce de continuidad en lo que resta de campaña. Volvió el 3 de enero, contra el Granada, tras alrededor de tres meses en el dique seco por una lesión de rodilla y no solo celebró su regreso con un gol, sino que firmó otro ante Las Palmas ocho días después.
Bajo este paraguas de inestabilidad, los azulones se encuentran 3 puntos por encima de las posiciones de descenso, ocupadas por el Espanyol, el Real Valladolid y el Valencia. Las circunstancias explican por qué la pizarra del Coliseum ha tenido que recurrir a sus raíces más puras, las de la estrechez entre líneas, el sacrificio defensivo, la presión tras pérdida y un orden de formación romana para contener acometidas.
Así, la visita a Pontevedra coincidió con un Getafe que lleva siendo pragmático toda la campaña y que deberá continuar de la misma forma salvo que el presente mercado de fichajes invernal presente sorpresas. Este fin de semana, de hecho, los madrileños reciben al Barcelona, que viene de anotar 10 goles en dos partidos, uno de ellos el 'Clasico' ante el Real Madrid, y atesora una autoridad ofensiva de talla mundial. Si Hansi Flick aún no conoce a su homólogo alicantino, está a punto de hacerlo a fondo.
January 16, 2025