Este Gignac no se cansa de hacer de las suyas. El delantero francés volvió a ser el faro que guió a Tigres en ataque, aunque estuvo muy cerca de no poder serlo.
Y es que, cuando se jugaba el minuto 53 de partido, el colegiado le mostró la cartulina roja por un supuesto pisotón intencionado a un rival.
Casi nadie se lo podía creer y desde el VAR avisaron al colegiado para que revisara la jugada. Tras ver la acción de nuevo, el árbitro se dio cuenta de que fue una acción fortuita, le quitó la roja y se la cambió por una amarilla.
Cinco minutos más tarde, el francés iba a aprovechar un descuido de su marcador para poner el 2-1 en el luminoso con un disparo raso al palo corto.