El Atlético perdió la oportunidad de recortarle puntos al Barcelona en el choque que enfrentó a ambos en el Camp Nou el pasado domingo. Los azulgranas se llevaron el triunfo por la mínima, pero los rojiblancos no salieron del todo contentos con el arbitraje de Sánchez Martínez.
La gran polémica ocurrió en el minuto 90. José María Giménez se elevó para rematar un balón colgado y tras ello, el esférico golpeó en el brazo de Busquets. El uruguayo enloqueció, ya que desde la sala VAR no llamaron al colegiado para que fuese al monitor al ver la jugada.
El charrúa fue la frustración e indignación en persona tras el pitido final. El '2' reclamó un irónico aplauso a la afición del Atleti para Sánchez Martínez, al mismo tiempo que sonreía, sin aún creerse que dicha acción no hubiese acabado en el punto de penalti.
Incluso la comparó con una similar a la suya la pasada semana ante el Almería, donde se señaló el punto fatídico, pero que se acabó anulando por fuera de juego. Ya con el encuentro finalizado, Giménez se volvió a dirigir a la afición 'colchonera', abriendo los brazos y dejando en el aire una controvertida frase: "No podemos contra todos".
Y es que, al Atlético de Madrid todavía no le han pitado ningún penalti a favor en lo que va de Liga. Un hecho que no ha hecho más que elevar la indignación del conjunto rojiblanco a límites insospechados en lo referente al colectivo arbitral.
April 24, 2023