Boca Juniors volvió a tocar el cielo en el Mario Alberto Kempes. El 'Xeneize' se proclamó campeón de la Copa de la Liga Profesional Argentina tras superar a Tigre por 3-0 e imponer, de nuevo, su dominio en el fútbol en su país.
Y es que desde los primeros compases del choque, el cuadro de Sebastián Battaglia dejó claro sobre el terreno de juego que no había ido a pasearse a Córdoba. No obstante, el 'Matador' no perdió la ilusión y mordió en los primeros compases del juego.
Sin embargo, no siempre vale esto en el fútbol. Más aún cuando tienes enfrente al todopoderoso Boca, que no bajo la intensidad con la que salió al campo. Todo lo contrario que su rival, que superado el ecuador de la primera parte, las fuerzas comenzaron a flaquear.
La recta final de la primera mitad solo tuvo un dominador. Y este no fue otro que el 'Xeneize'. Villa y Benedetto fueron los que se echaron a las espaldas a su equipo, aunque pecaron de exceso de individualidad en algunas ocasiones.
Pero el gol seguía resistiéndose. Tanta insistencia tuvo sus frutos al filo del descanso y de la manera más absurda posible. Villa puso el balón desde la esquina y Marcos Rojo, que entró como un tren desde atrás, conectó un potente testarazo que chocó contra las manos de mantequilla de Marinelli, que no lo pudo blocar de forma completa y acabó traspasando la línea de gol.
En los segundos 45 minutos, a Tigre no le quedó otra que irse hacia arriba y durante unos minutos pudo con Boca. Pero tan solo fue un espejismo de 20 minutos, que no pudo materializar ningún tanto a su favor.
Si perdonas ante Boca, lo acabas pagando. Y así fue. El 'Matador' se despistó y dejó huecos en defensa, algo que aprovechó el 'Xeneize' con una jugada de toque, que acabó finalizando Fabra con un zapatazo a la escuadra izquierda de Marinelli.
Esto fue lo que terminó de matar a Tigre, que se mostró totalmente desorientado tras el jarro de agua fría del tanto. Pudo sentenciar el cuadro de Battaglia, que se estaba gustando y disfrutando de los últimos minutos que, a la postre, confirmaron el títtulo.
El encuentro entró en su recta final y por el minuto 86, Vázquez remató completamente solo en el área ante la pasividad de la defensa rival. Fiesta absoluta en el banquillo de Boca, que volvió a coronarse en la cima del fútbol argentino y además certificó su presencia en la próxima edición de la Copa Libertadores 2023.