Minuto 93 de partido. Pierde el Zeljeznicar 0-1 en la visita del Siroke Brijeg. Y entonces sucede lo inesperado. El balón le llegó a su portero, en tres cuartos de su propio campo, y Vedran Kjosevski decidió colgarla al área.
Se pasó de fuerza y el balón fue directo al punto de penalti. Kresimir Bandic, el portero rival, midió mal su salida. Pensaba agarrarla según caía, pero no. El balón le botó delante de las narices, y le superó por alto.
Reculó, pero ya era tarde. Kjosevski rescató un punto para los suyos, y Bandic le quitó dos a su equipo.
7 de abril de 2018