Glorioso bálsamo del Alavés en Mendizorroza

Las Palmas arrancó el encuentro asumiendo el protagonismo, pero su posesión se fue diluyendo con el paso de los minutos y la falta de profundidad de sus ataques.

Mientras tanto, el Alavés, parapetado para salir al contragolpe, dio un paso hacia delante, imponiéndose en el centro del campo por intensidad.

Sin balón, el cuadro canario se fue desdibujando, merced al crecimiento de un impetuoso equipo local espoleado por los 18.567 aficionados congregados en Mendizorroza.

El gol de Ibai supuso el final del partido para Las Palmas. Pedraza exigió una extraordinaria parada de Lizoain, pero su rechace cayó en las botas del delantero vasco, que no perdonó y abrió el marcador.

Lejos de relajarse, los de Abelardo intensificaron sus embestidas hasta el descanso, buscando un segundo tanto que ampliara la diferencia en el marcador.

Sin embargo, el gol de Munir no llegó hasta el minuto 55, cuando se adelantó a la zaga visitante para rematar con la puntera un preciso centro de Pedraza.

Tras el tanto, comenzó el baile. El Alavés, henchido de confianza, se lanzó sobre un rival impotente que no dio síntomas de reacción y sólo Lizoain evitó una goleada mayúscula.

Tres puntos para un Alavés que les acercan a la permanencia, a costa de hundir un poco más a Las Palmas en los puestos de descenso...