El Albacete estaba siendo superior tras un arranque de partido muy intenso de los de Luis Miguel Ramis. El Oviedo, sin embargo, se mantuvo firme en defensa.
Pero hubo una jugada que pudo cambiar el electrónico. Una acción genial hilada del Albacete acabó con espacio para Álvaro Tejero. El carrilero la puso al segundo palo, donde estaba completamente solo Zozulya.
El delantero ucraniano golpeó primero con el pie después de resbalarse, el balón fue directamente a su mano y, acto seguido, a gol. Fue una acción dudosa, teniendo en cuenta que no había voluntariedad.
La jugada fue anulada por el trencilla del choque, y no solo eso, pues le mostró amarilla al jugador del Albacete. Parece justo que el tanto no valga, aunque la amonestación, que conllevará sanción para la próxima jornada, no lo es tanto.