Bryan Zaragoza ha desaparecido del calor de los focos desde que se fue al Bayern de Múnich antes de lo que el acuerdo de los alemanes con el Granada designaba. Thomas Tuchel necesitaba a un hombre extra para sus convocatorias y porfió por que la dirección deportiva adelantara la llegada del malagueño, que ha sufrido para ir entrando en las alineaciones de su entrenador. La barrera del idioma se presenta demasiado problemática.
Su propio técnico, preguntado por él en varias ruedas de prensa, ha reconocido que es complicado que se inmiscuya en el día a día de la plantilla de forma más profunda cuando no puede comprender muchas de las indicaciones que ofrece. De todos modos, en su comparecencia más reciente, dibujó un discurso de defensa hacia el ex del Poli Ejido, de quien dijo que confía en él y que, aunque tarde en adaptarse, viajó desde Andalucía prematuramente porque le quería en sus filas.
Este domingo por la tarde, le dispuso de inicio en su partido de Bundesliga contra el Wolfsburgo en casa. El campeonato doméstico ya está decidido en favor del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso y la reciente eliminación frente al Real Madrid en la Champions League generaba el contexto perfecto para que salieran al campo jugadores menos habituales. A los 19 minutos, el formado en clubes base como el Conejito tradujo en gol su primera titularidad en Baviera.
El problema es que la pelota le llegó de un Thomas Müller que, si bien se deshizo bien de la presión de un defensa con un recorte por la banda derecha, estaba en fuera de juego cuando un compañero le enviaba la pelota rasa desde atrás. Así, el VAR no tardó en avisar al árbitro principal de que, si bien el disparo de Bryan Zaragoza había sido legal, la génesis de la acción se había dado merced a una ilegalidad. Fue una pena para el malagueño, que había imitado a su compañero Joshua Kimmich llevándose el dedo índice a la sien en señal de reivindicación para celebrar el tanto.
May 12, 2024