Mario Balotelli regresó al Adana Demirspor para recuperar esa felicidad que dejó en Turquía y que no encontró en el Sion suizo. A sus 33 años, se resiste a dejar de estar de moda o, como poco, a volver al escaparate europeo cada cierto tiempo.
Este miércoles, lo hizo al anotar el gol del empate de su equipo en el estadio del Fenerbahçe, equipo que, por cierto, ha estado cerca de abandonar la Liga Turca tras los altercados sufridos en el campo del Trabzonspor. Parecieron los locales dejar a un lado lo extrafutbolístico al adelantarse en el 17', pero, solo 7 minutos más tarde, apareció 'SuperMario'.
A Balotelli no hace falta regalo alguno, por lo que si, encima, se le facilita el camino, la condena es casi segura. Eso es justo lo que hizo Egribayat, portero del Fenerbahçe. En un intento fallido de pase, le entregó el balón al '9', que recibió con gusto el presente y anotó el 1-1.
El que fue su 7º gol del curso en 11 partidos tuvo, además, una celebración especial, aunque, en su caso, siempre suelen ser peculiares. El italiano se sentó en el mismo sitio en el que remató, se cruzó de piernas y, con la compañía de varios compañeros, se limitó a mirar a las gradas tras llevarse las manos a la cabeza.
April 3, 2024