El Cádiz dominó el encuentro durante toda la primera mitad. El conjunto amarillo estrelló un balón en la madera en el 20' y erró otra minutos más tarde. El premio del gol llegó justo después del descanso.
Y lo hizo de una manera muy surrealista. Edu Ramos quiso poner un centro desde la banda derecha. El esférico, por culpa del viento, hizo un extraño y comenzó a dirigirse hacia la portería.
Dani Hernández se quedó a media salida para detener el centro y no tuvo tiempo para reaccionar. El tanto ayudó a los andaluces a controlar el resto del encuentro con comodidad y después anotaron el segundo, en el minuto 72.