Moussa Marega fue objeto de un nuevo escándalo racista, esta vez en el fútbol portugués. El delantero del Oporto abandonó el campo en el partido ante el Vitória Guimaraes por recibir cánticos discriminatorios por su color de piel.
El maliense no tardó en romper su silencio. A través de redes sociales, Marega lanzó un mensaje contra los racistas y atizó al árbitro del encuentro, que le mostró la tarjeta amarilla mientras este, junto a compañeros y rivales, intentaban convencerle de que permaneciera en el campo.
"Me gustaría decir una cosa a esos idiotas que van al estadio a hacer gritos racistas: que os jod**", exclamó junto con los iconos de dos peinetas, y continuó su escrito.
"También le doy las gracias al árbitro por no defenderme y por enseñarme una amarilla porque defiendo mi color de piel. Espero no encontrármelo nunca más en un campo de fútbol, usted es una vergüenza", lamentó por último el delantero del Oporto.
El futbolista explotó después de que aficionados del equipo local imitaran el sonido de un mono cuando tocó la pelota. Aunque sus compañeros intentaban sujetarle, el futbolista acabó abandonando el césped mientras hacía gestos a la grada.
Su técnico, Sérgio Conceiçao, metió sin más remedio en el campo a Manafá mientras gritaba a la grada "esto es una vergüenza", a la vez que muchos aficionados locales comenzaron a corear el nombre de Marega para contrarrestar la grave situación.
February 16, 2020