André Almeida reparte fútbol como pocos jugadores en el Valencia. Y este jueves, repartió, además, pesadillas del descenso para el Granada y sueños europeos para su equipo. Ya parece haber dejado una lesión atrás que ha privado al fútbol español de disfrutar plenamente de un '10' que es justamente un '10', de esos que brillan por su ausencia en comparación con otras épocas.
En Granada, reapareció después de 6 meses en blanco (salvo 8 minutos ante el Villarreal hace unas semanas) para activar a tiempo el motor de un Valencia que parecía volver a griparse lejos de casa. Su gol en el minuto 77 le dio tres puntos ilusionantes a los de Baraja y metió un poco más en la cabeza del Granada que el objetivo ya no es la permanencia, sino el ascenso en 13 o 14 meses.
El portugués entró en el minuto 57 y, 20 minutos después, marcó el gol de la victoria. Antes, el equipo 'che' estaba dejando esa mala sensación como visitante que, sobre todo, se vio en el primer tiempo. Y es que Mamardashvili tuvo que emplearse en un par de buenas ocasiones de Myrto Uzuni y Facundo Pellistri, aunque la mejor fue un zapatazo de Gerard Gumbau a la cruceta desde 25 metros.
No aprovechó el Granada ese momento de 'hype' pese al corazón de Uzuni, la ratonería de Pellistri y la tarde especialmente entonada de Gumbau. Lucas Boyé también estuvo presente en los arreones locales, aunque su presencia fue más física que participativa. Los de Sandoval, con un estadio entregado pese a todo, contrarrestaron un mejor inicio 'che', aunque, con el paso de los minutos, vieron cómo se desinflaba el globo que les había acercado al sueño de la victoria y, por qué no, de, al menos, desempolvar la calculadora.
Los minutos finales del primer tiempo sonaron como la grabadora de hace años que se iba quedando sin pilas. Y ese sonido ralentizado por momentos continuó en el segundo acto. El Valencia, que se fue casi sin rematar en el primer periodo, encontró dos intentonas de Javi Guerra con sendos remates desviados de cabeza. Precisamente, faltaba eso, una cabeza que pusiera orden y estructura en el juego. Y es lo que hizo Almeida.
AA+
Nada más entrar, el equipo visitante se envalentonó. Fue la pila que le faltaba al equipo de Baraja. Adelantó líneas, tuvo más el balón y empezó a merodear el área de Batalla. 'AA' fue un doble sobresaliente que le dio un plus al ritmo de las posesiones naranjas. Quería la pelota, la mimaba y le daba un trato que, por cosas del fútbol, el cuero se lo devolvió en forma de gol. Tras una clara ocasión de Jesús Vázquez, que mandó un balón por encima del larguero sin portero, llegó el 0-1. En el 77', Almeida recogió un balón suelto en la frontal del área, lo bajó con el pecho y, entre el empeine y el exterior, batió a Batalla con un remate ajustado.
Lejos de rendirse o hundirse, el Granada terminó el partido en el área de Mamardashvili con faltas colgadas y algún que otro remate taponado por la defensa. El pitido final le confirmó hasta al más optimista que la salvación está escrita en un idioma ilegible para el cuadro nazarí, a la vez que sirvió de lupa para el Valencia, que ve mejor una palabra Europa, hasta ahora, escrita en letras más pequeñas.
Los de Sandoval se quedan penúltimos con 14 puntos, a los mismos que está la permanencia. Por su parte, el cuadro naranja es séptimo con 44, a 5 de la Real y en una plaza que, dependiendo del campeón de la Copa del Rey, puede llevar al equipo de Mestalla a Europa 4 años después.