Antoine Griezmann está viviendo su peor temporada de cara a la meta desde la 2011-12, cuando tenía tan solo 21 años, pero ya se había granjeado un puesto como titular de la Real Sociedad. Y es justamente el cuadro 'txuri-urdin' con el que se verá las caras en la jornada final, su última oportunidad para volver a ver puerta antes del cierre del curso.
Curiosamente, en la primera jornada de la campaña, ya se enfrentó a los donostiarras, pero con la elástica del Barcelona. Por aquel entonces, todavía no se había cerrado su incorporación al Atlético a préstamo. Tuvo dos oportunidades claras de marcar. La primera, un testarazo que mandó al larguero en un saque de esquina; la segunda, un chut raso en un mano a mano que quedó anulado por fuera de juego previo de Frenkie de Jong.
Confirmada su presencia en la plantilla del Cholo Simeone para el curso 22-23 también -al menos, Enrique Cerezo lo da por hecho-, sería ideal que pusiera el broche al año deportivo volviendo a celebrar una diana. Ya se despidió del Wanda Metropolitano en esta Liga sin conseguirlo, aunque fue testigo de los adiós de Luis Suárez y Héctor Herrera, que dejan el club.
Él no lo hará y puede que, de cara a la nueva temporada, se le exija un aporte anotador mayor. A pesar de no estar en sus mejores cifras en este sentido, su entrenador ha contado con él con asiduidad -35 encuentros; 26 como titular-, así que está en una posición inmejorable para dar un paso al frente en la escuadra 'colchonera'.