Tras unos partidos con más sombras que luces en el Fútbol Club Barcelona, Antoine Griezmann volvió a sonreír con Francia.
El de Macon fue de lo poco destacado de un complicado partido de la actual campeona del mundo frente a Islandia.
El atacante disputó los 90 minutos del encuentro y terminó siendo clave en el triunfo final por 0-1 de su selección.
Aunque no logró ver portería, Griezmann forzó el penalti que posteriormente transformaría Giroud para lograr el triunfo.
Una victoria que además es fundamental para Francia en su camino a la Eurocopa 2020.
De hecho, el cuadro galo se encuentra ya a un solo triunfo de garantizar su presencia en un torneo continental en el que Antoine querrá sacarse la espina de 2016.