Si bien la presente semana se había denominado 'Semana Griezmann', lo cierto es que pasan los días y el misterio en relación al todavía jugador del Atlético de Madrid aumenta.
Seguro que cuando el francés anunció su marcha, hace un par de meses, no imaginaba un desenlace similar a partir del 30 de junio. Todos contaban con que iba a llegar la fecha y el galo iba a marcharse, pero pasan los días y su situación no cambia.
Ya se ausentó en la vuelta a los entrenamientos del Atlético de Madrid, lo que provocó una reacción inmediata del que aún es su club. Griezmann considera que aún tiene vacaciones, por lo que no ha dado más señales. Calla y espera.
La intención del Barcelona era la de pagar los 120 millones de euros este miércoles, para que viajara a la Ciudad Condal el jueves y el viernes pudiera ser presentado como un crack. 'AS' insiste, sin embargo, en que el conjunto azulgrana tiene falta de liquidez y los avales del cheque del importe de la cláusula de rescisión de Griezmann podrían demorarse bastante.
Esta sería la explicación a las repentinas ganas del Barcelona de negociar un pago alternativo, en forma de traspaso, con el Atlético de Madrid. Desde el Metropolitano, como es obvio, dijeron que no, a pesar de que el interés en Nélson Semedo es más que evidente.
De cara a no decepcionar más a una afición ya de por sí afectada por la marcha de varios pilares -y por la forma en que han salido-, el Atlético se plantará en la cláusula de rescisión por Griezmann. Y lo que tenga que venir luego, vendrá.
Una decisión que, si cabe, complica aún más la marcha de un jugador al que en el conjunto rojiblanco ya nadie quiere y al que en Barcelona tampoco tienen tan claro ahora mismo que deseen.