Ilkay Gündogan se ha vestido del Kun Agüero y de Kevin de Bruyne a la vez. El germano volvió a ser el mejor del Manchester City para enviar a la lona al Tottenham y volar hacia la Premier League.
Nadie juega más y mejor que el cuadro 'citizen'. El cuadro de Guardiola hizo desaparecer a la mejor pareja de la competición. Ni Son ni Kane tocaron el balón, más allá de una falta que el delantero envió a la madera.
El plan de Mourinho no funcionó. No pudo correr y sufrió ante el asedio 'sky blue'. Pocas veces se puede decir que un resultado abultado refleja lo que ha pasado en el verde como lo que pasó en el Etihad Stadium.
Rodri fue el encargado de abrir la lata en un penalti que provocó, precisamente, Gündogan. Ederson, del que Guardiola afirmó que podría tirar, le dejó la pena máxima al centrocampista. Con suspense, el gol subió al marcador.
La exhibición de Gündogan se prolongó durante la segunda mitad. Ni siquiera el cambio de piezas de Mourinho dio vida a los 'spur' ante un Manchester City muy superior.
Tocado por una varita, Gündogan pasó de ser De Bruyne a ser el Kun. Tras una buena combinación entre Sterling y Foden, el germano mostró su versión goleadora llegando desde atrás para superar a Lloris.
El segundo tanto fue un duro varapalo para el Tottenham, que solo con la entrada de Bale pudo tener llegada.
Pero antes del galés, el propio Gündogan pinchó un balón como un '9', tras asistencia de Ederson, bailó a Davinson Sánchez, al que dejó en el suelo, para poner el definitivo 3-0 en el Etihad.
La alegría, sin embargo, no pudo ser total para el atacante. Notó molestias en la ingle y se tuvo que marchar antes de tiempo, con la Champions en el horizonte.
Con el partido perdido, Mourinho dio entrada al denostado Bale, que azuzó el choque pero que se encontró con el propio Ederson en la portería.
Exhibición 'citizen' para mostrar músculo antes de que vuelva la Champions League, en semana y media para los 'sky blue', y nueva derrota de un Tottenham que se aleja aún más de Europa.