331 minutos oficiales en siete partidos y cuatro titularidades. Ese fue el saldo que arrojó Guilavogui en el Vicente Calderón. Y eso que llegó como una perla que debutaría ese mismo año con la Selección Francesa.
A sus 23 años, llegaba respaldado por varias buenas temporadas en el Saint-Étienne. Este mediocentro defensivo, sin embargo, no encontró la continuidad deseada a orillas del Manzanares.
De hecho, sólo estuvo en el Atlético seis meses pese a firmar por cinco temporadas. Los madrileños vieron que su nivel y su perfil no encajaban en aquel equipo y regresó por Navidad al Saint-Étienne.
Posteriormente, al año siguiente, el Wolfsburgo le dio la oportunidad de probarse en la Bundesliga. Desde la campaña 2014-15, Guilavogui acumula ya seis temporadas en las que ha encontrado su mejor versión.
En total, ha disputado 164 partidos oficiales, además de lograr nuieve tantos con el Wolfsburgo. Ahora, a sus 28 años, ha empezado jugándolo todo y dejando sin minutos, entre otros, al español y ex de Atlético y Málaga Ignacio Camacho.
Y todo esto tras superar el pasado curso una rotura del ligamento cruzado que le hizo perderse buena parte del curso. Esa rodilla y su mala pesadilla en el Atleti son los únicos lunares en la carrera del jugador francés.