Las capacidades de Erling Haaland delante de la portería están fuera de toda duda, pero también lo está que este arranque de temporada está siendo pobre tanto para él como el Manchester City. El conjunto de Pep Guardiola arrastra 2 derrotas seguidas y tratará de poner fin a la dinámica en la visita del Brighton & Hove Albion, el equipo de moda en la Premier League, este fin de semana. Rodri estará de vuelta. Buenas noticias.
Sumido en este momento de venida a menos, también se encuentra el delantero franquicia del entrenador de Sampedor, que se ha quedado con las ganas de marcar ante los rivales de mayor enjundia a los que se ha medido desde que arrancó esta campaña. Todo comenzó con la derrota en el partido por la Community Shield frente al Arsenal, que, para colmo, volvió a vencer a los celestes en el campeonato doméstico.
Tanto en una como en otra cita, el noruego estuvo lejos de la nómina de anotadores. Esto también ha ocurrido frente al Sevilla en la Supercopa de Europa, el Newcastle en la Liga, el RB Leipzig en la Champions League y la Selección Española en la fase de clasificación a la Eurocopa. Entre el compromiso con las 'urracas' y con la franquicia de Red Bull, se dio un periodo de bonanza con el único lunar de no batir al portero de los Wolves en una sorprendente derrota a domicilio.
El problema es que, esta temporada, aquellos contrincantes frente a los que Haaland sí ha marcado no suponen un reto demasiado exigente ni para el Manchester City ni para Noruega. Ha celebrado goles ante el Burnley -recién ascendido-, el Sheffield United, el Fulham, Georgia, el West Ham United, el Nottingham Forest y Chipre. Sobre los 'hammers', eso sí, hay que reseñar que David Moyes ha organizado una de las defensas más correosas de Inglaterra.
En la campaña anterior, el nórdico resolvió su año de debut en Inglaterra con la friolera de 52 dianas en 53 encuentros, así que es indudable que cuenta con las armas para darle la vuelta a esta situación, que quizá no responda exclusivamente a una falta de acierto por su parte. Los 'sky blues' son un engranaje complejo y necesitan de todas sus piezas. La ausencia de Rodri lo prueba: la máquina de Pep tiene que estar engrasada para su 'killer'.