Erling Haaland pasó del negro al blanco en los primeros compases del duelo ante el Wehen Wiesbaden de la Copa de Alemania, el primero oficial para el noruego esta temporada. El 'crack' del Borussia tuvo en sus botas el primer gol en el minuto 3, pero falló una de esas ocasiones que suele marcar día sí y día también.
Giovanni Reyna arrancó en carrera hacia el área rival. Acto seguido, el jugador colocó un pase al hueco para el noruego, que estaba en posición para rematar. Tras superar al guardamenta Stritzel, parecía que el delantero lo tenía hecho para convertir el tanto. Sin embargo, Gyrleyen apareció para ir al suelo y tapar el disparo. La bola, rebotada, le volvió al nórdico justo sobre la línea. Desde ahí lo volvió a intentar, pero el desenlace fue el mismo, al acabar en rechace de la defensa.
No obstante, Haaland no es de esos jugadores que tiran la toalla. El futbolista tuvo otra opción que no desperdició cuando volvió a quedarse solo ante el portero tras una gran asistencia de Reus. Esta vez, el goleador metió el pie antes de que llegase su marcador y batió al meta para hacer el 1-0 en el minuto 27.
El doblete del noruego solo tuvo que esperar tres minutos para ser realidad. Haaland fue protagonista doblemente, ya que provocó un penalti que él mismo materializó. Se plantó ante el portero en el minuto 30 y este, con el guante, derribó al jugador cuando este lo regateaba. La pena máxima fue clara y el '9' mandó la pelota al fondo de la portería para poner el 2-0 en el luminoso.