Al defensa del Barcelona, que ya fue investigado recientemente por la Agencia Tributaria, se le estima un fraude próximo a los 700.000 euros por un delito tremendamente parecido al de Mascherano, que tuvo que acordar con la Fiscalía su pena.
Al parecer, en 2010, cuando el jugador ficha por el Barcelona desde el Sevilla, éste cedió los derechos de su imagen a una empresa fantasma sita en Madeira. La empresa no existía, claro.
El objetivo de la maniobra es evitar pagar los impuestos entre 2011 y 2012. El defensa ya ha sido investigado y denunciado por la Fiscalía tras ver indicios de delito, según adelanta 'Sport'.