Las comparaciones son odiosas, pero con el paso del tiempo se puede analizar más objetivamente algunas de las apuestas que realizan los clubes tras lanzarse hacia las jóvenes promesas como aves rapaces a por carroña.
El Barcelona de Bartomeu se puso la medalla tras llevarse a Halilovic, la última gran promesa croata. Estuvo en el filial, se quedó a medio camino en el Sporting, no hizo nada en Hamburgo y mucho menos en Las Palmas.
Ahora, está claro que no volverá al primer equipo azulgrana y Las Palmas estudia la forma de romper el acuerdo que prolongaba la cesión una temporada más.
Por contra, lo de Asensio es la demostración de una apuesta que acaba saliendo a las mil maravillas. El Madrid le fichó cuando despuntaba en Segunda con el Mallorca. Todo un riesgo que acabó saliendo bien.
En su primera temporada con el primer equipo, ha brillado de forma espectacular. Ha sido clave desde el banquillo para la conquista del doblete y su precio se ha multiplicado por diez. Va camino de conquistar el 'Golden Boy' y de ser el MVP del Europeo Sub 21.
Halilovic y Asensio, las dos caras del mundo del fútbol. Dos grandes talentos que por un motivo u otro no explotaron en el caso del croata y ha eclosionado a lo grande en el del internacional español. No hay receta para medir el triunfo en el fútbol.