Haller y el Ajax entienden de plenos. El delantero francomarfileño ha marcado en las cinco jornadas de Champions y acumula ocho goles en total para un equipo de Ten Hag que está rozando la perfección en la fase de grupos.
Esta vez, al conjunto de Ámsterdam le tocó pasar el trámite de Turquía. El líder del Grupo C visitó al Besiktas, colista y desahuciado con cinco derrotas. Y eso que este miércoles comenzó bien el partido, pero la calidad se impuso.
Con el billete para los octavos ya sellado, el Ajax jugó con la tranquilidad de los deberes bien hechos, aunque le costó entrar en el encuentro. El Besiktas quería regalarle una fiesta a su afición y Ghezzal estrenó pronto el marcador.
Llegó el 1-0 en el minuto 22, tras un penalti claro por mano de Mazraoui que el VAR revisó. Ghezzal transformó esa pena máxima desde los once metros con un zurdazo a la escuadra de Onana, que fue titular en Champions casi un año después por la sanción de la UEFA.
Teixeira amenazó a la contra minutos después, pero poco a poco fue cogiendo las riendas el Ajax. Entre Daramy y Neres, cada uno en su banda, volvieron loca a la defensa local, aunque la del Ajax tampoco estuvo para tirar cohetes y Onana evitó el 2-0 de Larin al filo del descanso.
La cosa cambió tras el descanso. Ten Hag introdujo a Haller y el equipo neerlandés salió con varios puntos más de intensidad. Y la fortuna le sonrió pronto, concretamente en el 54', cuando Tagliafico encontró pasillo y asistió al protagonista de la noche para que anotara a placer.
Todo lo que tocaba Haller era peligro y, mientras tanto, el Besiktas se encerraba más y más por una presión del Ajax fantástica. El campeón de Países Bajos dio un paso adelante que lo cambió todo y que dejó al conjunto turco en cueros.
Presión, orden, calidad y velocidad con el balón para sorprender. En el 69', remontada con otro gol de pillo de Haller, que metió la puntera lo justo para desviar un disparo de Lisandro Martínez. Doblete, pleno de victorias y a seguir dando miedo por Europa.