Fin a las desdichas: Kane ya tiene el primer título de su carrera

Nos imaginamos que hace mucho, mucho tiempo, Harry Kane fue a Harrods, esos grandes almacenes tan famosos de Londres. Allí entró a una tienda de muebles y compró una hermosa vitrina que puso en un rincón privilegiado de casa esperando llenarla pronto de copas. Era uno de los mejores goleadores de Inglaterra, reconocido como uno de los grandes delanteros del mundo. Pero el tiempo pasaba, y pasaba, y pasaba... y allí solo entraba el polvo. Hasta que por suerte y por fin, la espera se acabó. Pero vaya espera.
Este fin de semana, el Bayern de Múnich se proclamó campeón de la Bundesliga y Kane podrá saber así de una vez por todas lo que se siente al levantar un trofeo. Irónicamente, la ganó sin haber ganado. En lugar de hacerlo sobre el campo, tuvo que esperar al 'pinchazo' del Bayer Leverkusen para confirmar el título. En unos días alzará el 'Meisterschale', la ensaladera con la que se obsequia al ganador de la Liga Alemana, y brindará como es debido con Paulaner. Y pronto, cuando tenga su réplica, podrá abrir la ventanita del dichoso expositor y colocarlo ahí, orgulloso, esperando que sea de una vez el primero de muchos.
Fíjense si han tenido que pasar tiempo y oportunidades. Si miramos atrás, elucubramos que el de Walthamstow compró el mueblecito allá por 2015, cuando rompió a marcar en la élite a los 21 años (31 goles, casi nada) y alcanzó la primera final de su carrera profesional. Se jugó la EFL Cup en Wembley contra el Chelsea en uno de los numerosos derbis londinenses, pero el equipo de José Mourinho le quitó el caramelo a su Tottenham con los goles de John Terry y Kyle Walker en propia portería.
Durante ocho temporadas más de las 12 en total que pasó en el primer equipo de los 'spurs', Harry Kane movió cielo y tierra por llevar a su equipo a la gloria. Parecía que su bonita sociedad con Heung-min Son acercaría al Tottenham al objetivo y ciertamente, lo rozó. Eso sí, no fue en la Premier League, donde tuvo la oportunidad en 2016 ante el bajón de los grandes y acabó siendo tercero tras el Arsenal y el Leicester City campeón de Jamie Vardy, al que le encantaba recordar esta 'anécdota' en sus visitas al norte de Londres.
Al menos, Kane sí que pudo acariciar el cielo con los dedos en las copas e incluso en Europa. Como recordarán, en 2019, el Tottenham de Mauricio Pochettino fue el villano de la Champions League del Ajax de Van de Beek, De Jong y De Ligt. Tras perder en casa por 0-1, los 'spurs' fueron a Ámsterdam y allí, el equipo de Erik ten Hag golpeó primero y se puso 2-0. Sin embargo, las piernas empezaron a flaquear y en la segunda mitad, Lucas Moura hizo un 'hat trick' que le dio el pase a los londinenses a la final.
Harry Kane no jugó aquella eliminatoria por lesión, pero sí que estuvo en la gran final del Metropolitano, donde Mohamed Salah y Divock Origi hicieron justicia para el Liverpool de Klopp... y destrozaron otro sueño más del delantero. Ya se veía con la 'Orejona' en las manos, pasó por su lado antes de pisar el césped del coliseo madrileño, pero le tocó esperar otra vez.
Dos años después, José Mourinho clasificó al Tottenham a la final de otra EFL Cup, pero acabó cesado a días de la gran cita en Wembley. Y allí, con Ryan Mason como interino, Kane volvió a tener un título a su lado. No fue para él porque Laporte, a poco del final, engrosó el palmarés de un Manchester City intratable con Pep Guardiola. Aquella sería su última oportunidad vestido de blanco y azul, ya que los dos años siguientes los terminó en blanco. Ese mismo verano, para más inri, Inglaterra caía contra Italia en el mismo escenario con la Eurocopa en juego. Solo el '9' y Maguire marcaron sus penaltis en una tanda nefasta que coronó Donnarumma para la 'Azzurra'.
Harto de sus desdichas, Harry Kane decidió que era momento de hacer las maletas y dejar la capital de Inglaterra. Quién sabe si el gafe era cosa del Tottenham. Durante su etapa en lo que un día fue White Hart Lane, el de Walthamstow se convirtió en el máximo goleador histórico del club y en el segundo principal artillero de la Premier League, a 'solo' 47 tantos de Alan Shearer con 213. Además, ganó tres 'Golden Boot' en Inglaterra y llegó a ser el mayor goleador y el mayor asistente a la vez en la temporada 2020-21. Individualmente nadie le podía decir nada, así que puso rumbo a Múnich. Quizá se pensaba que allí se podía pasar el juego el modo fácil.
Dichoso él, que fue llegar al Allianz Arena y se encontró con el primer curso en blanco del Bayern en 12 años. Nada más aterrizar, el 12 de agosto, el equipo de Thomas Tuchel se llevaba el primer 'palo' saliendo goleado por el RB Leipzig en la Supercopa. Un 'hat trick' de Dani Olmo fulminaba a los bávaros en el debut de Kane, que fue suplente.
En Liga, el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso hizo historia y rompió la hegemonía de 11 títulos consecutivos del gigante germano. La primera Bota de Oro europea en la carrera de Kane quedaba en anécdota. Y para terminar, como en 2021, los 'Three Lions' se pegaban otro batacazo en la final de la Eurocopa, esta vez con España y Mikel Oyarzabal como verdugos. Cole Palmer empató el tanto inicial de Nico Williams y con la prórroga inminente se cantaba el "it's coming home". Pero no, había otros planes.
Esta temporada, no es que el proyecto de Vincent Kompany fuera el más fiable. El belga ha sido cuestionado hasta la saciedad, pero al tener un Bayer Leverkusen más terrenal, la Bundesliga volvió a estar al alcance del Bayern de Múnich. Eso sí, los de Xabi Alonso se cobraron su parte eliminando a los bávaros de la Copa. En Champions, el sueño se esfumó con aquel maldito tiro al palo del inglés en la ida y en el acierto de un Inter implacable. Le quedó, como siempre, la Liga para sonreír.
A falta de dos jornadas para el final, el Bayern le ganó el pulso a Leverkusen con Eintracht o RB Leipzig como testigos y cantó el alirón. Después de 15 años, casi 700 partidos oficiales, cerca de 450 goles, seis finales y hasta siete semifinales perdidas, Harry Edward Kane puede decir por fin que es campeón. Se acabó la mufa, ya iba siendo hora.