Esquivando por poco tópico de que el fútbol es un juego de aciertos y errores, lo visto en el Reale Arena lo confirma. Un partido que partía con un guion de un claro choque de estilos. La Real Sociedad venía condicionada por su encuentro intersemanal de Champions e Imanol, al fin, decidió hacer rotaciones en el once. Bordalás también hizo varios ajustes en el suyo. Pero todo se rompió en los primeros compases de juego. Un choque imprevisible, repleto de emociones y falto de consistencia en el juego en muchos momentos. Pero una sensacional segunda parte de la Real Sociedad lo cambió todo. También los cambios de Imanol: Oyarzabal y Mikel Merino le dieron otro aire al equipo y mejoraron también al resto. Sobre todo a Brais Méndez, clara figura del encuentro. ¿Hay un cambio de dinámica de los equipos huyendo del 'cerocerismo'? Quizás es casualidad, pero cada vez vemos partidos con más goles.
El plan del Getafe se lo cargó Kubo casi al minuto de partido. Un buen robo de Brais Méndez terminó en un envío del español al japonés, que fue vertical y definió al palo largo de David Soria, que nada pudo hacer para evitar el 1-0 de la Real Sociedad nada más comenzar el partido. Se le planteaba, a priori, un escenario dificilísimo al Getafe, que tampoco se volvió loco. Y la Real Sociedad cayó en ese juego. No buscó con insistencia el segundo y, pese a dominar la mayoría de la primera mitad, se relajó en los últimos minutos de la primera mitad y lo pagó caro.
El Getafe, ante las dudas de la Real Sociedad, se creció y vio grietas en esos últimos compases del primer tiempo. Aleñá igualó el marcador después de un gran centro lateral de Diego Rico. Remiro dudó en la salida y el ex del Barça se lo comió en el remate. Ese 1-1 acrecentó esas dudas de la Real Sociedad, que antes del descanso encajó el segundo. Erró Le Normand, que no midió bien al suelo y se llevó por delante a Borja Mayoral. Penalti que se encargó de transformar el propio Mayoral. Caras de drama en la grada y en el campo después de ver cómo se había torcido un partido que se había pueseto de cara.
Los cambios fueron trampa
En la segunda parte, la Real Sociedad daba atisbos de querer poner más ritmo, pero no lo encontró hasta que Imanol decidió mover el banquillo. Zubimendi, Mikel Merino y Oyarzabal, que habían tenido descanso tras el partido intersemanal de Champions, entraron y revolucionaron el encuentro. La Real Sociedad encontró velocidad en la distribución y pases entre líneas. Y ahí brilló con luz propia Brais Méndez. De sus botas se originó el penalti, de Maksimovic, que convirtió Oyarzabal. De nuevo, empate y 2-2 en el electrónico. La Real Sociedad ya había conseguido conectar de nuevo a la grada.
En un clima especial, el equipo de Imanol se creció, pero encontró el 3-2 por culpa de un error grave de David Soria. En un saque de banda, el portero salió, midió mal y no atinó a despejar un balón que fue a parar a la cabeza de Brais Méndez, que remató por encima de la defensa, aprovechando que no había portero, para marcar el 3-2. Asistió a Kubo en el 1-0, provocó el penalti del 2-2 y se encargó de convertir el 3-2. Pero no se quedó ahí.
Minutos después, a falta de 2 para el final, Brais Méndez localizó y envió una pelota perfecta para Mikel Merino, que entró de segunda línea, en el interior del área. Con clase, el mediocentro dejó de primeras para Oyarzabal, que finalizó a placer para el 4-2. Lo anuló en un inicio el árbitro por un posible fuera de juego de Mikel Merino en el momento del pase de Brais, pero el VAR finalmente lo validó. Era el 4-2... y a priori la sentencia. No fue así.
El Getafe tuvo un arreón más que bien pudo complicar a la Real Sociedad. Diego Rico, en su segunda asistencia, puso un buen balón al interior del área. Un cabezazo de Latasa, que se aprovechó de la indecisión realista, sorprendió a Remiro, que no pudo evitar el 4-3 del Getafe y, por momentos, ese miedo a que cualquier jugada pudiese terminar en el empate. No fue así. La Real Sociedad aguantó y celebró sus tres puntos. Estrella Brais Méndez, que fue mejor con Mikel Merino y Oyarzabal sobre el campo. Y un partido entretenido y con muchos goles. Sí, también en LaLiga.