Los goles son goles, sean obras de arte o 'churros'. Y el de Havertz al Freiburg fue más bien del segundo tipo, aunque el jugador de moda en Alemania volvió a hacer gala de su innegable olfato y visión ofensiva.
Tras un primer tiempo plomizo y sin goles, Freiburg y Bayern volvieron al campo a jugar la segunda parte, y tras menos de diez minutos de juego se rompió por fin la igualada.
Aunque la mejor ocasión del primer tiempo corrió a cargo de los locales, fue el Bayer el que se adelantó en el marcador. En el minuto 54' Bailey, que había firmado una primera parte para olvidar, llena de imprecisiones y malos pases, vio la luz.
Encimado por sus rivales, logró filtrar el balón para la internada de Havertz, y este metió el cuerpo para abrir hueco con su marcador. Si tocaba el balón, sería gol; si no lo hacía, caería y provocaría penalti.
May 29, 2020
Hizo lo primero, y superó a Schwolow por debajo de las piernas. Pero el gol, además de ser poco vistoso, le hizo pagar un altísimo peaje. Y no porque en la celebración a todos se les olvidase que está prohibido abrazarse.
Havertz cayó mal, arrollado por su marcador, y se hizo daño en la pierna. Intentó seguir, pero tras cinco minutos se tiró en la banda a ser atendido. No pudo continuar y en el 66' abandonó definitivamente el campo, con una más que visible cojera. Pagó un precio altísimo por su gol.
May 29, 2020