La polémica está servida. Hummel diseñó a Dinamarca una camiseta en contra del Mundial de Catar como protesta por la historia del país respecto a los derechos humanos. La elástica en cuestión, por lo que significa, no ha sentado nada bien, como era de esperar.
Un portavoz del SC aseguró que desde que Catar ganó el derecho a organizar el Mundial "ha trabajado diligentemente junto al gobierno catarí para garantizar que el torneo deje un legado social duradero" y que su "compromiso" con ese legado "ha contribuido a la realización de importantes reformas en el sistema laboral, promulgando leyes que protegen los derechos de los trabajadores y garantizando la mejora de sus condiciones de vida".
En un comunicado también señaló que mediante su colaboración con el Grupo de Trabajo de la UEFA, plataformas dirigidas por la FIFA y otros grupos independientes, han mantenido un "diálogo sólido y transparente con la DBU, que "ha permitido comprender mejor los progresos realizados, los retos y el legado" que dejará más allá de 2022.
"Por ello, rebatimos la afirmación de Hummel de que este torneo ha costado la vida a miles de personas. Además, rechazamos de todo corazón que se trivialice nuestro auténtico compromiso de proteger la salud y la seguridad de los 30.000 trabajadores que construyeron los estadios de la Copa Mundial de la FIFA y otros proyectos del torneo. Ese mismo compromiso se extiende ahora a 150.000 trabajadores de diversos servicios del torneo y a 40.000 trabajadores del sector de la hostelería", agregó.
El comité organizador consideró igualmente que "los países deben hacer siempre más para proteger los derechos de las personas en todo el mundo, también en Dinamarca" y destacó que "la labor del CS es reconocida por numerosas entidades de la comunidad internacional como la OIT y la CSI como una referencia en la región".
"Como todos los países, el progreso en estas cuestiones es un viaje sin línea de meta, y Catar está comprometido con ese viaje", apuntó. Instamos a la DBU -Federación de Dinamarca- a que transmita con exactitud el resultado de su amplia comunicación y trabajo con el SC, y a que se asegure de que esto se comunique con exactitud a sus socios en Hummel", concluyó.
La marca apuntó que su intención es mandar un doble mensaje, para rendir homenaje al éxito de Dinamarca en la Eurocopa 92 y protestar contra Catar y su historial con relación a los derechos humanos.
"Por este motivo hemos atenuado todos los detalles de las nuevas camisetas de Dinamarca para el Mundial, incluido nuestro logotipo y los icónicos 'chevrons' -los galones en forma de uve característicos en los diseños de la firma-. No queremos ser visibles durante un torneo que ha costado la vida a miles de personas", señaló la firma.