La revelación contra el favorito, podía hablarse de un nuevo David contra Goliat. Pero el verdadero villano del Chelsea fue Maurizio Sarri, que dejó en el banquillo al superhéroe que es capaz de desnivelar cualquier partido. Eden Hazard tuvo que esperar a la segunda parte para poder saltar al Commerzbank-Arena.
El morbo de ver cara a cara a Jovic y Hazard, dos futbolistas que pueden compartir vestuarios la próxima temporada, quedó aplazado a los segundos 45 minutos. Como también quedó aplazado el dominio del Chelsea, que dejó que el Eintracht fuese el que llevara la iniciativa en la primera mitad.
Como si de una carrera de relevos se tratara, Eintracht y Chelsea se pasaron el testigo durante el partido. Comenzaron bien los londinenses, basándose en su presión adelantada para intentar robar el balón en campo contrario. No les salió su apuesta.
Poco a poco fue logrando encontrar soluciones el cuadro alemán al plan de Sarri. Avisaron los germanos con la oportunidad de Da Costa, que no logró encontrar destinatario en un centro envenenado desde el costado derecho. Pero Jovic ya olía la sangre de la zaga del Chelsea.
Y cuando un 'killer' deja asomar sus colmillos no suele perdonar. La primera que tuvo la mandó para adentro. Una buena jugada de Kostic, que puso un centro delicioso, fue a parar al punto de penalti, territorio del serbio del Eintracht. Jovic, en el minuto 23, con un giro perfecto de cuello, mandó la pelota al fondo de las mallas pese a la buena estirada de Kepa. Campanazo de la revelación ante el favorito, 1-0.
No reaccionó el Chelsea hasta el minuto 30, cuando Pedro y Willian tomaron el testigo del mando del partido. El brasileño y el español, en sus respectivos costados, fueron un peligro constante para la defensa del cuadro de Frankfurt, que acabó pidiendo la hora antes del descanso.
Pero lo segundos pasaban demasiado lentos para ellos. A falta de unos segundos para el descanso, Pedro cazó un rechace en el interior del área y empató el partido. Mazazo para una afición que no paraba de apoyar a los suyos en el sueño para llegar a la gran final.
La estrella llegó tarde
Hazard no salió al campo hasta el minuto 61, cuando Sarri vio que el Eintracht había tomado de nuevo la iniciativa en el encuentro. Pero la entrada del belga supuso un cambio de guion a favor de los ingleses. Peligro constante. El '10' acaparaba las ayudas defensivas del Eintracht, lo que permitía que otros actores secundarios como Loftus-Cheek o Pedro estuvieran mucho más cómodos.
Pudo marcar incluso Eden, que no logró acertar su remate con pierna izquierda desde el punto de penalti, tampoco David Luiz, que dispuso de varias oportunidades -una de ellas de falta, directa al travesaño- para que el Chelsea pudiese dar el zarpazo definitivo.
Cuando el partido parecía estar destinado a un sufrimiento del Eintracht en la recta final, los alemanes despertaron y volvieron a coger el testigo en los últimos minutos. Pudieron marcar los de Frankfurt si Abraham hubiese estado mucho más fino en su remate a la salida de un córner.
Finalmente, carrera aplazada a Londres, donde ambos equipos darán el esprint definitivo para estar en la gran final de la Europa League, aunque los británicos partirán con cierta ventaja gracias a ese tanto como visitantes.