Un inicio turbio no tiene que marcar un desenlace agrio. Y viceversa. Las historias balompédicas suelen dar giros de 180 grados que engrandecen este deporte y simplemente dan la razón a las estadísticas que ponen sobre la mesa al fútbol como el deporte más seguido en el globo terráqueo.
Jonathan dos Santos, horas antes de la semifinal entre México y Canadá, conoció el fallecimiento de su padre, Geraldo Francisco dos Santos, conocido coloquialmente como 'Zizinho', un jarro de agua fría para el centrocampista de LA Galaxy. No obstante, salió de inicio en el once que anunció Martino para el choque.
Decisión acertada. Su padre, desde allí arriba, puede estar orgulloso de su hijo, que se dejó el alma por el 'Tri' para llegar a una final para la que Héctor Herrera, con un gol en el añadido del añadido, pagó el billete de ida a Las Vegas.
El duelo comenzó frenético, con varias ocasiones para ambos bandos. México controlaba la pelota y Canadá esperaba agazapada en su área, con ganas de salir a la contra. Así logró Laryea una clara ocasión antes del 15', pero Talavera, que estaba imbatido en ese momento, estuvo rápido en su intervención.
El cuadro azteca basó su ofensiva en la imaginación de Orbelín Pineda y en el olfato goleador de Funes Mori, pero fue el tercero en discordia, el 'Tecatito' Corona, el que logró hilvanar una buena jugada en la que Henrry le derribó dentro del área. El colegiado no señaló penalti cuando vio la acción, aunque el VAR le avisó para que fuese a revisarla al monitor. Dicho y hecho: con su dedo, indicó el punto fatídico.
Orbelín, el gran beneficiado de la baja de Hirving Lozano
Orbelín, con una calma de 'crack', engañó a Crépeau y mandó el esférico al fondo de la red. El de Cruz Azul, en una buena prueba que son una piña en el vestuario, se lo dedicó a Dos Santos con un abrazo, un beso y una mirada al cielo. Todo ocurrió justo antes del descanso y México terminó la primera parte por delante en el electrónico.
Los pupilos de John Herdman no le perdieron la cara al choque y buscaron el empate. Lo encontraron gracias a uno de sus futbolistas más desequilibrantes y sinvergüenzas, en el buen sentido de la palabra, como lo es Buchanan. El '12' dejó por los suelos a un Salcedo que no tuvo su mejor día y puso con un derechazo el 1-1 en el luminoso.
Bonito duelo de dos combinados nacionales que buscaron el gol constantemente. Una alegría para el sentido de la vista. El VAR quiso quitarle emoción al asunto al posicionarse otra vez con el 'Tri'. Volvió a llamar al trencilla para que observase una acción de Kaye sobre Corona. Otra pena máxima a favor.
Salcedo y sus pesadillas
Lo que cambió en esta ocasión fue el lanzador. Orbelín se lo cedió a Salcedo, que tuvo la ocasión de redimirse de una noche más bien negra. Mala decisión del central, que le pegó bien pero Crépeau voló para que el electrónico no se moviese. Los canadienses recuperaron el ánimo y volvieron a la carga mediante un revulsivo Corbeanu, que a nada estuvo de desequilibrar la balanza con un centro que se envenenó.
Cuando el cronómetro se acercaba al 90', el juez decidió parar momentáneamente el partido por supuestos insultos racistas de la afición mexicana. Héctor Moreno, en su labor de capitán, pidió a su hinchada un poco de respeto y, pocos minutos después del parón, se pudo reanudar el juego con siete minutos de tiempo extra antes de una hipotética prórroga.
Las películas con una historia lúgubre y profunda en su argumento suelen acabar de la forma más heroica posible. Ahí estuvo Héctor Herrera, que le puso el broche de oro a un duelo de guion oscarizado. El del Atlético de Madrid, en el 98', cazó un balón dentro del área que puso con gran precisión Pizarro. Lanzamiento potente y ajustado al palo para batir a Crépeau y desatar la locura en el país donde el picante es el principal ingrediente de la comida.
El mediocentro corrió como un loco, pero no se olvidó de su compañero a pesar del frenesí. Abrazó en el banquillo a un Jonathan dos Santos que pudo brindarle a su padre en el día de su fallecimiento una victoria a la altura de lo que es el fútbol, el mejor y más bonito deporte del mundo.