El Benfica fue al final quien levantó el título liguero. Los lisboetas no fallaron y acabaron levantando la copa. El Oporto, por su parte, tuvo el premio de consolación de poder vencer en Do Dragao al Sporting de Lisboa.
Y lo hizo de la forma más épica posible. Cuando todavía rondaba el empate a uno a falta de tres minutos para el final, Héctor Herrera marcó el segundo para los locales con un gran remate acrobático. Probablemente su último tanto con esa camiseta.
Y es que Herrera ya dejó entrever que no seguiría en el Oporto. Un golazo de tijera para darle los últimos tres puntos a su equipo a modo de despedida. El fútbol fue justo con el mexicano, que puede acabar en las filas del Atlético de Madrid este mismo verano.
18 de mayo de 2019