El fútbol es marcar y que no te marquen. Y el que perdona, lo paga. Tan antiguas como ciertas son estas dos máximas del balompié que se dieron en La Romareda para darle al Zaragoza su primer triunfo del año y su tercera victoria en casa de la temporada.
Llegaban los locales con crisis de goles y resultados, pero celebraron el primer tanto cuando apenas se llevaban cinco minutos de juego. Jaume Grau conectó de primeras un balón rebotado desde la frontal y batió a Raúl con un remate ajustado a su palo izquierdo.
Le quitaba mucho peso de la mochila ese 1-0 a un Juan Ignacio Martínez que llegaba con el agua al cuello. Tardó en reaccionar Las Palmas, pero avisó Lemos en el 31' tras arrebatarle un balón a Narváez y mandarlo al lateral de la red.
El ritmo hasta el descanso fue más bien bajo. Apenas hubo una ocasión más en la primera parte, un disparo algo forzado de Fran Gámez al que respondió bien Raúl Fernández con una estirada.
Empezó la segunda parte y dejó claro desde el comienzo que habría más emociones y más fuertes que en la primera. Avisó Narváez con un tiro desde la frontal que repelió Raúl, un despeje que pudo ser fatídico si llega a poder remachar Sabin en el área. Le pasó muy cerca.
Respondió Las Palmas, aunque el Zaragoza no renunciaba a ir por el segundo, y tuvo el empate en un centro desde la izquierda que se envenenó y obligó a trabajar a Cristian Álvarez. Fue el aperitivo antes del gol de Maikel Mesa.
El centrocampista puso las tablas en el 55' al recoger un mal rechace del portero local. Pese a tener un marcador, se las ingenió para orientarse la bola rematar al fondo de la portería para poner el 1-1 con la derecha.
Hernani perdonó y Álvaro lo agradeció
JIM sabía que tenía que meter todo el carbón en la candela si quería tener una noche algo más tranquila. Tras el empate, movió el banquillo y metió a un Álvaro Giménez que resolvería el partido cuatro minutos después de entrar.
Pero antes, Hernani, que solo llevaba 120 segundos en el césped, protagonizó uno de los mayores errores de la temporada. En boca de gol y con Cristian Álvarez superado por el pase de la muerte, remató casi paralelo a la línea y el argentino tuvo tiempo para reaccionar y atrapar la bola antes de que entrase.
El fútbol tuvo que aplicar sus leyes no escrita y solo dos minutos después, Álvaro Giménez marcaba el 2-1. El delantero, que ya hizo un doblete en la ida, cazó un rechace en el área con una volea para fusilar a Raúl y poner por delante al Zaragoza.
Lejos de encerrarse, buscaron los maños la sentencia, pero acabaron sufriendo de lo lindo en el añadido con tres ocasiones visitantes. Antes, Kirian y Peñaranda rozaron el tanto con un remate desviado y otro a las manos del meta de los maños, respectivamente. Pero fue en los cuatro minutos extra cuando se mordieron las uñas de lo lindo en La Romareda.
El portero argentino apareció para mandar a córner un disparo desde la frontal que buscaba la base del palo antes de que Hernani tuviera dos ocasiones en solo un minuto. En la primera, mandó la bola al lateral de la red con la zurda, algo escorado a la izquierda del área. Y tras el córner, recibió la bola en la frontal y sacó un zurdazo que se fue alto por muy poco.
Al final, Las Palmas perdonó y el Zaragoza se agarró a la mala puntería rival y a su eficacia en el área de Raúl para sumar tres puntos de puro oxígeno para alejarse del pozo.