No por la proporción de victorias/derrotas, pues ése es... neutro. Higuaín ha ganado tres y perdido las otras tres. Lo preocupante es que el 'Pipita' no ha sido capaz de ver puera en una sola de esas seis finales.
Las tres finales que ha alcanzado con Argentina (un Mundial, Brasil 2014, y las Copas América de 2015 y 2016) son su gran mácula.
Fue el gran señalado en las dos primeras, por sus fallos catastróficos que condenaron a una Argentina que luchó hasta el final sólo para ahogarse en la orilla en tres ocasiones consecutivas.
En la final de la Copa América de 2016, de nuevo contra Chile, ni fue titular. Y, para colmo, falló su lanzamiento de la tanda, aunque éste quedase eclipsado por el que marró Messi, claro.
Previamente a ese drama ganó una Coppa de Italia con el Nápoles, en su primer año tras ser traspasado por el Madrid. Los del sur de Italia vencieron a la Fiorentina 3-1, pero ninguno de los goles fue obra suya.
Volvió a ganar una final esta temporada, la Coppa de Italia de nuevo, pero ahora con la Juventus, ante la Lazio. Un 2-0 sin goles del 'Pipita', por cierto.
¿Y la tercera victoria? Una Copa del Rey ganada con el Madrid de Mourinho en 2011, aunque no jugase ni un minuto en aquella final ante el Barça que se decidió por un gol de Cristiano en la prórroga.
La de Cardiff será la séptima final que juegue Gonzalo Higuaín, y servirá para romper su empate técnico entre el éxito y el fracaso.