La psicología y la fuerza de la mente pueden tener consecuencias impresionantes. Christian Bermúdez se puso en manos de Luis Guillen y este experto lo hipnotizó para hacerle creer que iba a marcar un buen gol de falta.
Toda la plantilla del club se quedó boquiabierta cuando Luis Guillen tiró del brazo de uno de sus compañeros. Acto seguido, Bermúdez cayó como si fuese una piedra, recibió varias indicaciones y se levantó para colocar el esférico.
Con la barrera bien colocada, el 'Hobbit' Bermúdez tomó carrera, calculó, golpeó y el balón entró por toda la escuadra. Ninguno se lo creía.