Apenas habían transcurrido diez minutos de juego, cuando Shaquiri apuró la línea de fondo, recortó a su marcador y disparó sin puntería pero con fortuna.
El lanzamiento del extremo 'red' se estrelló en la zaga visitante y el rebote le cayó a Wesley Hoedt, que no supo reaccionar y marcó en su propia portería.
El optimismo se ha instalado en Anfield, donde presumen de una voracidad ofensiva que contagia a propios y extraños.
Aunque el primer tanto lo firmó la fortuna, Matip puso el 2-0 en el marcador con un soberbio cabezazo para continuar liderando la Premier League.