Hola Europa, mi nombre es Rayo Vallecano

Si el Barcelona fue el gran ganador de la jornada al recortarle puntos a sus cinco perseguidores (Real Madrid incluido), el Rayo Vallecano tampoco fue menos. El conjunto de Andoni Iraola no desperdició una ocasión de lujo y superó a sus rivales para colocarse como quinto clasificado en puestos de Europa League.

La escuadra madrileña voló hasta la plaza europea después de un partido serio y a la altura de la ocasión contra el Almería. El cuadro andaluz dio guerra, sobre todo al principio, pero sucumbió ante la calidad y la eficacia de unos jugadores 'franjirrojos' que tuvieron en mente el objetivo.

La contienda empezó con las espadas en todo lo alto con llegadas para ambos bandos. En la primera, Dimitrievski sacó una buena mano ante el derechazo de Robertone desde la frontal. Luego, Melero desperdició un cabezazo a pocos metros del primer palo tras un saque de esquina desde la izquierda.

Acto seguido, Isi Palazón replicó para el conjunto local con un zurdazo desde fuera del área. En la salida al contragolpe, a punto estuvo Leo Baptistao de anotarle al que fue su equipo con un mano a mano ante el meta macedonio, pero en el que le pegó al centro y muy flojo.

A partir de ahí, los 'franjirrojos contemporizaron más la pelota en busca del control de la posesión. El '7' marcó a placer pasados los 20 minutos, pero el banderín del linier se levantó ante un clarísimo fuera de juego tras el remate de Sergio Camello desde la frontal.

La salvada bajo palos de Samú Costa evidenció la superioridad rayista en unos primeros 45 minutos que acabaron con empate sin goles. No obstante, menos de diez minutos bastaron en la reanudación para que los de Iraola celebraran el primero, obra de Rodrigo Ely en propia puerta.

Un saque de esquina de Isi Palazón al primer palo y bastante cerrado acabó con el semifallo del defensor rojiblanco, que tocó la pelota y la desvió al fondo de las mallas ante la mirada de Fernando. Nuevo minutos después, llegó el segundo y la sentencia por parte de Álvaro García.

El recién entrado solo tardó 19 segundos desde que ingresó al campo hasta que celebró el 2-0 definitivo. De esta forma, le quitó a David Alaba la marca del gol anotado más rápido tras entrar del banquillo. Ambas dianas las ha encajado el conjunto almeriense.

Dicho tanto cayó como una losa en la moral de los jugadores del Almería, que apenas estuvieron sobre el terreno de juego y vieron cómo sus rivales aprovecharon los pinchazos de Betis y Villarreal para alcanzar esa quinta plaza y soñar con la Europa League.