La mente no es la más propicia para jugar estos encuentros. Aún se le da vueltas a qué pasó en semifinales para no estar jugando la de verdad. Pero toca pasar página. Y en eso se deben enfocar los de Roberto Martínez e Inglaterra para aparecer lo más alto posible en el cuadro de honor.
En el último Mundial, por ejemplo, Brasil aún tenía bien clavada la lanza que le atravesó Alemania con ese humillante 1-7 en semifinales. De hecho, de ello se aprovechó Holanda para llevarse con bastante solvencia la final de consolación.
Van Persie, de penalti, Blind y Wijnaldum, este ya en el tiempo de prolongación, jalonaron un sonoro 0-3 que hizo más dolorosa aún la despedida de Brasil de su Mundial.
Fue la última vez que un equipo no europeo dispuso de la opción de acabar tercero. Porque, desde Italia 90, siempre fue alguien del Viejo Continente el que se llevó esa consolación.
Es más, únicamente los brasileños, Uruguay y Corea del Sur han logrado usurpar esa lucha en los últimos ocho Mundiales, contando el actual.
Alemania se llevó las consolaciones de 2006 y 2010; Turquía evitó a una de las anfitrionas acabar tercera en Corea y Japón; Croacia ganó a Holanda en 1998, Suecia pasó por encima de Bulgaria (4-0) en 1994 e Italia se impuso por la mínima a los ingleses en su Mundial del 90.