Sin lugar para tropiezos en un grupo muy exigente, el cuadro teutón malgastó su primera gran oportunidad en vistas a una clasificación que ya parecía muy complicada antes de que arrancase la competición.
Con el resultado cosechado en el Bay Arena, los hombres de Peter Bosz perdieron también el favoritismo de cara a lograr la tercera plaza.
Si la clasificación a octavos de final de la Liga de Campeones era prácticamente misión imposible, Krychowiak señaló el camino del Lokomotiv hacia sus primeros tres puntos.
El jugador polaco, viejo conocido de la afición española, adelantó a los rusos en Leverkusen con una jugada de tiralíneas que se salvó de milagro de ser anulada por fuera de juego.
El ex jugador del Sevilla arrancó desde atrás y definió a la perfección ante Hradecky en el minuto 16, un golpe duro para los locales que recibían al rival más débil del grupo.
En una primera mitad loca, pero bonita para el espectador neutral, Höwedes terminó por introducirse un balón en propia tras disparo del chileno Aránguiz.
El balón, que en un principio se marchaba desviado fuera de la meta defendida por Guilherme, terminó en el fondo de la red. Era el 1-1 y aún quedaba más de una hora de partido.
Pero cuando parecía que ambos conjuntos esperaban ya el descanso, Barinov, en el 37', elevó el 1-2 en el luminoso, un resultado que a la postre sería definitivo.
Un gol que dolió más aún por la forma en la que se produjo, hundiendo una moral al alza del bando de Peter Bosz. Hradecky falló al despejar el balón y se lo dejó en bandeja al '6' del Lokomotiv, que remató a puerta vacía.
Primer partido y primera derrota del Bayer en casa, que pese al empate en el Metropolitano todo indica a que se centrará por alcanzar una tercera plaza que, no obstante, se le ha puesto muy de cara a los de Yuri Semin.