El Barcelona arrasó al Granada en casa en un choque que tuvo muchas aristas. Los locales no estuvieron bien, pero lo cierto es que las decisiones arbitrales les fueron minando la moral poco a poco.
Uno de los más desquiciados fue Roberto Soldado, protagonista involuntario del 0-1 del Barcelona, anotado por Griezmann. El delantero del Granada quiso cortar un pase de Busquets a Messi y desvió el balón hacia el galo, quien superó a Rui Silva en posición adelantada.
Protestó mucho el valenciano y se percató del hecho Ronald Koeman, que se lo recriminó con vehemencia desde la banda. Entre ambos, según desveló 'Sport', hubo un grave cruce de palabras que no tuvo conclusión ahí.
Cuando De Burgos Bengoetxea, que estuvo horrible, pitó el descanso, el técnico 'culé' se quedó esperando al delantero con la intención de continuar con la charla. Soldado fue el último en retirarse y, tras hablar con el colegiado, hizo lo propio con Koeman.
Fue su última intervención en el choque, pues Diego Martínez se dio cuenta de que no estaba a lo que tocaba y le dejó en la caseta en el descanso.