Apenas acababa de comenzar el partido cuando hubo de ser detenido por la protesta de la hinchada local, que había arrojado algo, en masa, a uno de los córners del campo.
Ese 'algo' resultaron ser cientos de pequeños huevos de Pascua, y la escena de jugadores y árbitros trabajando hombro con hombro para recoger el estropicio fue, cuanto menos, curiosa.
22 de abril de 2019
De este modo los hinchas del club de la Wolkswagen protestó por el hecho de tener que jugar un lunes, algo que gusta muy poco, también en Alemania.