Un hombre te gana partidos. Un equipo te gana campeonatos. Dos verdades balompédicas conocidas desde los primeros pasos de este hermoso deporte. Este miércoles, en el Raimundo Sampaio de Brasil, se reafirmó la primera ley. Un tal Givanildo Vieira de Souza, que coloquialmente todo el mundo conoce como Hulk, tuvo la culpa de todo.
El brasileño dejó una actuación estelar para el recuerdo con la que tumbó a River Plate (3-0) y sellar el pase a las semifinales del 'Galo', en las que se verá las caras contra una plantilla a la que conoce a la perfección: Palmeiras. El 'Verdao' apeó a Sao Paulo.
El choque comenzó bonito. El sentido de la vista agradeció los primeros compases, en los que tanto brasileños como argentinos se volcaron ofensivamente. Sufrieron mucho los chicos de Gallardo por su banda izquierda, en la que estaba un Maidana superado por las continuas internadas de Zaracho, Hulk y Vargas.
Así llegó el primer tanto del encuentro. El central volvió a evidenciar carencias defensivas en el uno contra uno, sobre todo en velocidad, y no pudo atrapar a un Hulk que con un movimiento de caderas dejó en el suelo a su marcador. La puso con su izquierda al corazón del área y Matías Zaracho, con una chilena de época, batió a Armani para firmar una joya de gol.
Jarro de agua fría para los 'millonarios' en el 22', aunque Julián Álvarez, solo seis minutos después del 1-0, tuvo el empate en sus botas, pero Éverson se hizo grande en el uno contra uno y evitó las tablas. Y cuando mejor estaban jugando los franjirrojos, volvió a aparecer la bestia verde.
El superhéroe sin capa
El 'Galo' voló al contragolpe y Savarino, que suplió a un ausente Nacho Fernández, puso un balón al espacio para Hulk. El brasileño arrancó la moto y nadie pudo pillarlo. La potencia de un jugador que tuvo entre ceja y ceja la portería. Aun con una carrera que desfondaría a cualquiera, fue capaz de picarla ante la salida de Armani y poner un 2-0 de bella factura.
El segundo tanto llegó solo un momento después de que Gallardo, visto lo que sufrió en el verde, retirase del verde a Maidana. El central no tuvo su noche y no aportó nada positivo durante su participación.
El 2-0 brilló al descanso y el 'Millonario' necesitaba un milagro. Para ello, el 'Muñeco' dio entrada a De la Cruz y Álex Vigo. Dos cambios que funcionaron y dieron fluidez, sobre todo el del charrúa, al juego de su equipo. Fue el propio uruguayo el que avisó minutos después con un disparo lejano marca de la casa.
No obstante, la pasividad defensiva de River acabó enterrándose a sí mismo. Savarino luchó hasta línea de fondo que la zaga rival dio por saque de puerta y logró sacar un centro a media altura. Lo aprovechó Zaracho con un cabezazo y puso el 3-0 definitivo ante la atenta mirada de un Armani desolado.
La tercera diana dejó en la lona al 'Millonario', que llegó con esperanzas al choque, pero que su fútbol no pasaba por su mejor momento. Este miércoles se confirmó para quedarse fuera de la Libertadores en cuartos de final, una ronda menos que en la anterior edición, en la que cayó en 'semis' contra Palmeiras, justamente el próximo rival del 'Galo'.
Braian y De la Cruz intentaron alzar el honor de River con un gol que nunca llegó. A pesar de la ventaja, Éverson mantuvo su solidez bajo palos y se marchó de la eliminatoria sin recibir goles. Hasta ahora, tres brasileños están en semifinales. Y podrían ser cuatro, siempre y cuando Fluminense elimine a Barcelona en el último duelo de cuartos.