El equipo de Azerbaiyán se presentó en la Champions League como el recién llegado al que casi nadie conoce. La cenicienta del grupo. Mirar su escudo era casi sinónimo de percibir tres puntos a lo lejos. Y así fue para la Roma y el Chelsea... pero no para el Atlético.
Simeone y sus pupilos acabaron firmando una fase de grupos muy irregular y terminaron, con siete puntos, en la tercera posición, consiguiendo el billete para la Europa League que meses después conquistaron. Pero la eliminación fue muy dolorosa.
Sobre todo, por que si el Qarabag no le hubiera arañado dos puntos a los rojiblancos, la historia habría sido distinta. Sólo puntuó ante el Atlético de Madrid (0-0 en Azerbaiyán y 1-1 en España) y esos cuatro puntos que dejó de ganar el equipo de Simeone fueron decisivos.
En lugar de siete puntos, el Atlético habría conseguido 11 y, empatando con la Roma, habría conseguido el pase a octavos, ya que el 'goalaverage' particular frente a los italianos favorecía al Atlético, pero el Qarabag fue una dura roca que el equipo madrileño no pudo perforar por ninguno de sus costados.
Pero esa hazaña de dejar fuera a un aspirante al título no sirvió para nada, de hecho, el Qarabag no tiene su plaza en Champions asegurada. Sí que dará un gran paso hacia delante si logra superar este miércoles (20.00) al NK Olimpija 2005, procedente de la Liga Eslovena, en la segunda fase de la ronda previa a la Champions.